Transcribo este artículo de Eugenio Montoro, sobre como subirle la apuesta al régimen, hasta que se vaya

ENVIDO MÁS

Existen muchos juegos de envite. Los más cercanos son juegos de baraja como el truco, el mus y el póker. Todos tienen en común la posibilidad de ganar mintiendo y asustando al otro jugador. Por ejemplo una de las apuestas del mus tiene que ver sobre quien tiene la jugada de cartas más grande. Un jugador puede apostar (sin mostrar sus cartas), de que su jugada es la mejor. Los otros jugadores, temiendo que eso sea verdad declinan la apuesta y el tipo gana aún teniendo cartas muy malas.

Cuando un jugador hace un envite, es decir una apuesta con sus cartas sin mostrar, su oponente tiene tres posibles respuestas.

1-No aceptar el envite, con lo que gana su contrario

2- Aceptar el envite, con lo que se verá quien gana luego de que se muestren las cartas

3- Aceptar el envite y subir la apuesta y pasar a ser ahora el que reta. Se llama a esto “envido más”. El contrario, ahora el retado, pasa entonces a elegir entre las respuestas 1, 2 y 3 y continúa el juego.

En Venezuela se está jugando envite. El régimen juega duro ayudado con la experiencia de los Castro. Hace poco sacaron a Rafael Ramírez quien venía dando muestras de flexibilizar la economía con una nueva paridad cambiaria, apertura a inversiones, aumento a la gasolina, entre otras medidas. La rama dura del Castro Chavismo veía esto como debilidad y peligroso para el futuro de implantación del comunismo.

Esa es la apuesta del régimen. Mostrarse poderoso manejando un proyecto que nadie puede detener y Venezuela se mantendría como el bastión de Marx y su esencia en la reconstrucción de sus ideales en América.

El envite está sobre la mesa. La cara de póker se muestra sin mover un músculo. Solo espera la respuesta del contrario. Mientras tanto los desplantes y las provocaciones no cesan.
Del otro lado de la mesa están los oponentes al régimen. La imagen de un solo líder que comande y represente figurativamente al jugador que analizará los envites y responderá inteligentemente, no existe, al menos por ahora. Pero las posibles respuestas son las mismas que mostramos al comienzo del escrito y se pueden ejecutar con o sin líder.

1-No aceptar el envite. Es perder al país para siempre. Es rendirse y suponer que no hay soluciones. Como respuesta teórica existe pero es inaceptable en la práctica.

2-Aceptar el envite. En nuestra realidad equivale a esperar que las cosas empeoren. Más colas, menos productos, todo más caro, militares alzados, otro caracazo y que gane por casualidad la oposición. Riesgoso y dependiendo del hado.

3-Subir la apuesta. “Envido más”. Se reta al régimen. No se acepta y vamos a cambiarlo.

Como se realiza?. Cada quién es responsable de las acciones, personal o colectivamente. En todas partes de la geografía. Todos inundados de entusiasmo, de patriotismo, amor y seguros de vencer.

Difícil? Si que lo es, pero Venezuela solo nos tiene a nosotros para defenderla. Comencemos y sacaremos al comunismo. Polonia, por ejemplo, lo hizo.

Reply · Report Post