Nitu Pérez Osuna · @NituPerez
23rd Sep 2014 from TwitLonger
Porque la verdad no se puede ni se debe ocultar!!!
Buen viaje, Lola
Por Carmen Leonor Oliveros Navarro
Tenía días sin escribir. No es para menos. Lola murió en Porlamar a la 1.20am del martes 16 de septiembre, sin comerse una empanada de cazón ni ir al Valle a ver a su virgen. Había llegado a la isla desde su casa en Maiquetía, el miércoles 10 de septiembre....y con ella también llegaban y se actualizaban, A PASO DE VENCEDORES, las noticias de familiares y amigos residentes del estado VARGAS INFECTADOS con CHIKUNGUNYA: Julio, Yely, Irides, Luis, Narda, Alejandro, Patricia, Ramses, Lolita, Lucerito, Mariangeles...
Ese viernes Lola no comió empanada porque tenía el estómago revuelto, quebranto y dolor en las rodillas... y prefirió acostarse y descansar. Sabía que estaba infectada con el virus y compartía síntomas que reconocía en familiares y amigos, y así comenzó su propia historia de náuseas, vómitos, dolores en manos, rodillas, pies, que llevan a hospitalizarla en la mañana del domingo 14, cuando adicionalmente sus manos y pies estaban hinchados y el abdomen mantenía esos rosetones que ya pasaban a tonos morados.
Los exámenes de sangre apenas mostraban un leve incremento de glóbulos blancos y creatinina, indicativo de una leve infección, quizás urinaria....
A las 3am del lunes 15 la pasan a terapia. Seguía totalmente consciente. Los rosetones en abdomen y espalda eran morados, también sus orejas y dedos de los pies, estaba muy inquieta. El intensivista dice que están atacando una infección que avanza sin que se sepa de donde proviene y unos riñones que están dejando de funcionar...y yo recuerdo con horror el caso descrito ese día por un exministro de salud, de un fallecido en caracas por complicaciones derivadas del chikungunya.
Durante el lunes los riñones comenzaron a funcionar mejor y la vieron con mejor semblante, eso los alentaba, y digo LOS porque desgraciadamente siempre he visto mejorías antes de los desenlaces fatales. A las 9pm llamaron de terapia para comunicar que la infección había tomado los pulmones. En 36 horas los glóbulos blancos aumentaron exponencialmente. Falleció 4 horas después.
Entré a ponerle en el pecho una estampa de mi virgen bonita, y ví como aquellos rosetones morados ahora parecían burbujas, tal como las reportadas en redes sociales, atribuidas a fallecidos por chikungunya y por síndrome febril hemorrágico.
Ya en la funeraria de Porlamar, que se encargaría del traslado a caracas, vimos a Lola nuevamente...y el encargado de acomodar su cuerpo nos mostró lesiones en su torso que parecían escaras, nada compatibles con su hospitalización de 36 horas.
Me disculpo de antemano con la familia Pichardo Véliz, apellido que orgullosamente llevan mis hijos, por hacer pública esta HISTORIA, pero me niego a ser cómplice de una fiscal que pide se prohíban que estas historias médicas se hagan públicas, de un poder judicial que lo autoriza, de un ministerio de salud que nos está matando por su silencio y negligencia, de un ministerio de sanidad que ha debido decretar a Vargas en emergencia y asumir la EPIDEMIA, tomando muestras y haciendo exámenes sin importar el costo de los reactivos, de una gobernación de Vargas que debe trabajar día y noche en fumigación así como en exigir que se les trate como a personas y no como a camellos, mandándoles agua una vez al mes, de un ministerio de turismo que propicia el turismo hacia y desde zonas de epidemia, de un ministerio de información que se especializa en callar y hacer callar ...y menos aún voy a ser cómplice de un gobierno que habla de guerra bacteriológica.....
Lola presentó los síntomas de chikungunya y falleció por las complicaciones que generó en ella: sepsis y paro respiratorio, como indica el acta de defunción. NO HAY SER HUMANO QUE LOGRE CALLAR LO QUE VIERON MIS OJOS!
El amanecer de ese 16 de septiembre en el Porlamar de mis amores fue uno de los más bellos que haya visto... Allí estábamos Lolita, Andrés y yo presenciando como subía al cielo. Había ido a Margarita a ver a la virgen para cumplirle una promesa. No pudo llegar a la iglesia a verla, pero de su mano llegó a la presencia de Dios.
¡Buen viaje Lola!