Julián Ricalde, aferrado al cargo en el PRD @JulianRicalde @PRDMexico


Con una historia de ruptura, división y traiciones. Caracterizado por sus berrinches y groserías, y a doce años que Julián Ricalde Magaña logró ser nombrado presidente del Comité Ejecutivo Estatal del Partido de la Revolución Democrática, (PRD) hoy busca “repetir” a costa de lo que sea, en el liderazgo perredista, que hoy renueva su dirigencia estatal y elige a su nuevo líder en Quintana Roo.
Ni como líder político ni como líder ciudadano, pues sólo arrastra turbios antecedentes.
Como expresidente municipal Julián Ricalde Magaña enfrenta la seria responsabilidad del incremento de la deuda del ayuntamiento a más de mil 999 millones de pesos.
Un gran escándalo que lo persigue es la adquisición ficticia de material eléctrico para alumbrado público como transformadores, cables, balastros, luminarias, entre otros, por 9 millones 726 mil 627.44 pesos, que nunca fueron reportados en existencia, que derivó en una denuncia penal. Pero en donde nunca dio la cara.
Y es ahí en donde encabeza la primera responsabilidad junto con 12 exfuncionarios de nivel cupular y otros directivos que juntos llegan a unos 30.
Pues no hay que olvidar que en una evaluación financiera realizada a principios de la presente administración municipal, que corresponde por ley realizar, se identificaron graves irregularidades administrativas, inclusive algunas que ameritan seguimiento de tipo penal.
En concreto, se registra un quebranto económico en contra del ayuntamiento y de los ciudadanos de una deuda a corto plazo por más de 667 millones de pesos, lo que propició el incremento de la deuda a largo plazo a más de mil 999 millones de pesos, donde se involucra la responsabilidad de 12 exfuncionarios de alto rango y otros directivos que suman alrededor de 30, de diferentes áreas municipales.
Con ello la Contraloría municipal realiza conforme a derecho la indagatoria de cada uno de los expedientes, por tanto se dio a conocer en su momento que serían llamados a comparecer a 12 funcionarios de alto rango y 32 directores de área, para el deslinde de las responsabilidades, con sanciones y consecuencias que van desde embargos a los bienes de los exservidores públicos, inhabilitaciones o demandas penales.

El daño patrimonial

Los pasivos heredados de otras administraciones que se recibieron en el 2005, sumaban 32 millones 077 mil 442 pesos; para el fin del gobierno en el 2008 se incrementaron a 36 millones de pesos; en el 2011, se heredaron 21 millones de pesos, sin embargo, el aumento mayor se dio al final de la administración de Julián Ricalde, al sumar 131 millones 170 mil 046 pesos.
Aunado a ello, por omisión de la autoridad anterior, Benito Juárez perdió recursos federales de los programas Hábitat y Rescate de Espacios Públicos que suman 57 millones 429 mil 247 pesos que pudieron haber sido ejercidos entre agosto y diciembre del 2013, para bienestar social de los cancunenses y benitojuarenses.
Así como otros 25 millones de pesos más del Fondo Metropolitano, que al no haber sido integrados los proyectos no se realizó el saneamiento del antiguo relleno sanitario, ni la adquisición de equipamiento para el Centro de Manejo de Residuos Sólidos, como tampoco la segunda fase de la construcción de este mismo.
En materia de recursos federales, pese a que están etiquetados de acuerdo a las reglas de operación de cada rubro, se detectó un desvío del Ramo 33 y del Subsidio para la Seguridad Pública en los Municipios (Subsemun) por 5 millones 712 mil 510.19 pesos, que fueron utilizados indebidamente para la compra de útiles escolares gratuitos.
Uno de los adeudos más sensibles, que afecta a la fuerza directa que opera el ayuntamiento, es el fraude en préstamos otorgados a empleados municipales, que acumulan 11 millones 800 mil 002.10 pesos con las empresas Prestaciones Finmart S. A de C.V., MetLife México, Deutsche Bank México y Deutsche Bank México (Causopago), pese a que en nómina se le descontó puntualmente a los trabajadores, pero nunca se reportó a las empresas y por ende, les causó un daño patrimonial y negativa calificación crediticia a ellos.
Aún con ello, Ricalde Magaña, se aferra y busca la dirigencia del PRD. Y no va guiado por los ideales partidistas, a los que hace tiempo dio la espalda, sino en busca de impunidad, de la posibilidad de manipular la selección de candidatos y de acumular riqueza personal.
Porque aún cuando lo quiere ignorar, pesa sobre sus hombros una serie de mentiras y traiciones que entretejió a partir de que obtuvo la presidencia municipal de Cancún en el 2011, en donde, con todo lo que pudo sacó provecho una y otra vez. Pues con facilidad encontró la manera de darse la vida que siempre había deseado: viajes, casas, yates, autos, ranchos, caballos, relojes de fina maquinaria y fiestas de todo tipo.

Romper alianzas y traicionar

Ricalde Magaña no sólo se olvidó de los ideales de la izquierda, de lo que siempre peleó desde la oposición.
Es más, en su momento buscó una alianza con el PRI y dio la espalda a quien fue su mecenas: Gregorio “Greg” Sánchez Martínez, expresidente municipal, quien lo cobijó y con quien trabajó, como director de Servicios Públicos y secretario de Obras Públicas y Servicios en el ayuntamiento benitojuarense.
Y ya con la candidatura en la bolsa, Julián emprendió una campaña en la que no dudó en traicionar a “Greg”.
Porque cuando Sánchez Martínez fue encarcelado, Ricalde Magaña llevaba pocas semanas de haber asumido la alcaldía y entonces declaró públicamente que andaban “perdidos” 229 millones de pesos que el Congreso del Estado autorizó para obra pública y que no había ninguna obra realizada.
Fue un año después la contralora municipal, Reyna Arceo Rosado, confirmó esas declaraciones, pero el dinero no apareció nunca y tampoco se investigó.
Julián Ricalde Magaña estaba como presidente municipal cuando fue exhibido en actos de abierta corrupción. Así se evidenció en un video grabado en 2010, en el cual recibió fajos de billetes de manos del exalcalde interino Jaime Hernández Zaragoza.

La traición a “Greg” Sánchez y los alcaldes

Contra Gregorio Sánchez Martínez, quien lo impulsó, lo incluyó en su gabinete y con quien emprendió ambicioso proyecto político, lo traicionó.
Más grave es que así como traicionó a “Greg”, lo hizo con el bloque de alcaldes opositores. Los perredistas Domingo Flota, en José María Morelos, y Sebastián Uc Yam, en Felipe Carrillo Puerto, al igual que los panistas Trinidad García Argüelles, en Lázaro Cárdenas, y Hugo Sánchez Montalvo, en Isla Mujeres.

Turbia alianza

Y encorreado en eso de las rupturas, en 2013, aliado con su hermana Alicia, actual diputada federal por el PAN, Julián, quien dio la espalda a los partidos de izquierda con los cuales el PRD se alió en procesos anteriores, impuso candidatos “a modo” en donde jugó a perder, para las presidencias municipales y diputaciones. En el PT, por ejemplo, incrustó a Haydeé Saldaña, a quien dio de baja del ayuntamiento benitojuarense, como directora de Relaciones Públicas. Todo para servir a sus nuevos aliados, los priístas, a cambio de impunidad por sus malos manejos, por el saqueo del ayuntamiento y porque su mal gobierno no fuera exhibido y castigado.
El PRD se vino abajo gracias a la estrategia de Julián Ricalde, el gran beneficiado con la debacle perredista.

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