IGOR MOLINA ENTREVISTA EN 2011 A ANTONIO SÁNCHEZ GARCIA. EL TIEMPO


@lamzelok @ENVENEZUELA1 "No me sorprendería que CAP ganara la primera batalla que libra muerto" 02.10.2011 05:23 AM Filósofo e integrante del Movimiento 2D ve en la repatriación de los restos del expresidente Carlos Andrés Pérez una clara y poderosa señal histórica
Igor Molina
El especialista dice que "el grave problema se suscita con quienes pretenderían la continuidad del régimen a cualquier precio"
Caracas.- Es para no creerlo: fue el “canciller” del movimiento estudiantil alemán que sacudió el piso del mundo a finales de los sesenta, mano derecha internacional del legendario Rudi Dutschke. Se tuteaba con Daniel Cohn Bendith, otro líder radical de izquierda - como él. Compartía jornadas intelectuales con el no menos famoso filósofo de la contracultura, Herbert Marcuse. No contento con ello, militó en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), el grupo de ultraizquierda chilena al que se atribuye (por sus extemporáneos llamados a la lucha armada) buena parte de la responsabilidad en el derrocamiento de Salvador Allende.

Como se ve, Antonio Sánchez García estuvo comprometido, hasta los huesos, con el surgimiento de un mundo nuevo, superior -o en el peor de los casos distinto- del capitalismo.

Hoy canta sus alabanzas desde el opositor Movimiento 2D. Vive en las montañas de Oripoto, en una casa de ensueño diseñada por el reconocido arquitecto Fruto Vivas, cuya biblioteca (que privilegia el pensamiento alemán y la historia mexicana) desborda pasión intelectual. Allí también, en una de las cocinas más bellamente construidas en Venezuela, su esposa desde hace 35 años -la simplemente extraordinaria Soledad Bravo - le cocina salpicones de mariscos que halagan su paladar.
En tres palabras: el gran viraje.

De vida o muerte

-El hoy precandidato Leopoldo López dijo que en la elección presidencial de 2012 la oposición se juega la vida, incluso físicamente. ¿Es cierto? ¿O es una exageración típica de campaña electoral?


-Es cierto, y es una exageración típica de campaña. Es cierto porque Venezuela vive una grave crisis existencial.

- ¿Existencial?

-Sí. Venezuela se juega su existencia, y por lo tanto es asunto crucial que atañe a los venezolanos. Esta crisis debe ser enfrentada en los términos de su gravedad. A grandes males, grandes remedios. Habiendo optado la oposición por la salida electoral, esas elecciones adquieren efectivamente una connotación de vida o muerte.

-¿No es una exageración pensar así? Si la oposición pierde, volverá a tener un chance con otro referendo revocatorio a mitad del próximo mandato o, en el peor de los casos, irá a una nueva contienda por la Presidencia en 2018. ¿Por qué la justa electoral de 2012 tiene que ser de vida o muerte?

-Es una exageración porque los pueblos no mueren. Es una exageración porque históricamente la democracia es hoy el destino de los pueblos. Es una exageración porque el socialismo que pretende imponernos el régimen ha sido, es y será un fracaso. Pero tampoco la resolución de crisis existenciales puede acomodarse a calendarios electorales si el propósito de nuestro adversario es entronizar un régimen totalitario y está dispuesto a darle un palo a la lámpara.

-¿No luce eso como una ilusión negativa? ¿Si Hugo Chávez hubiese querido instalar un régimen totalitario no lo hubiese hecho ya?

-157 mil muertos por la delincuencia. La economía devastada. La concentración absoluta de los poderes públicos y el sometimiento de la oposición a los dictámenes del caudillo, no son una ilusión negativa. Esto quiere decir que el proceso de entronización totalitaria está en marcha. No es una catástrofe anunciada. Si no ha logrado implantar el totalitarismo es por las profundas raíces democráticas que los últimos 40 años de vida política sembraron en la conciencia y en la vida de la sociedad venezolana. Por cierto: AD está cumpliendo 70 años. Los restos de CAP vuelven a Venezuela y no me sorprendería que, como el Cid Campeador, saliera victorioso de la primera batalla que libra muerto. Como dice el refrán: uno propone y Clío, la diosa de la historia, dispone.

-En su artículo más reciente usted recuerda un tenebroso antecedente. “Todos nuestros notables desterrados” -escribe- “estuvieron involucrados de alguna forma en el destierro anterior. Páez en el de Bolívar, Guzmán en el de Páez, Castro en el de Guzmán, Rómulo en el de Pérez Jiménez, CAP en el de Rómulo. Es una suerte de maldición que espera infatigable a verse cumplida sobre quien se montara en los restos de su adversario. ¿Se cumplirá el maleficio en la figura del actual Presidente? ¿Morirá en el destierro?”, termina. ¿No es una evocación de poderes sobrenaturales en boca de un filósofo tan terreno como usted?

-Los poderes sobrenaturales han sido siempre un instrumento en manos del poder terrenal, existan o no existan. Acabamos de asistir a dos eventos que invocan tales poderes: uno, una misa en Nueva York financiada con 30 mil dólares. En el otro extremo, en Cuba, se celebró un bilongo, acto de la más honda superchería africana de magia negra, para tratar de torcerle el brazo al destino. La oposición, que defiende los valores esenciales de la civilización, no requiere artilugios sobrenaturales. Apuesta a la razón, y si llega la muerte, responde con aquel famoso verso de Quevedo: “Polvo serás, más polvo enamorado”.

Dos pasados

-Cuando la generalidad de los venezolanos escucha a la oposición autodefinirse como defensora de los valores esenciales de la civilización, vuelve la vista al pasado reciente y recuerda el 43,9% de pobreza que dejó en herencia la cuarta república y se pregunta, legítimamente, qué civilización es esa.

-El pasado reciente tiene 13 años, el pasado anterior, 40. En esos 40, Venezuela pasó de tener cinco universidades a tener más de 100 y se electrificó al país. El Presidente lee a Marx iluminándose con electricidad que llega de Guri. Se crearon extraordinarios museos y salas de conciertos. Se construyó una red de carreteras que continuó la obra iniciada por la dictadura desarrollista de Pérez Jiménez. Se construyeron extraordinarios hospitales y se logró un desarrollo económico y social como nunca antes. En este pasado reciente no sólo no se ha construido absolutamente nada que pueda competir con esos logros, sino que se ha intentado, inútilmente por cierto, destruirlos del todo. No sé si es suficiente respuesta pero podría seguir haciendo balance.

-No es respuesta suficiente porque deja sin explicar esa herida pasmosa del 44% de venezolanos pobres que la cuarta república entregó como balance al presidente Chávez y que hoy ha descendido a casi la mitad, según cifras del INE ( Instituto Nacional de Estadística), avaladas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

-Me encantaría que me regalara esos anteojos con los cuales usted ve esas cifras para pasearme por los barrios de Caracas a la búsqueda de los pobres perdidos. Le voy a decir lo siguiente: Chile, que recibió de Pinochet un país con 40 % de pobreza, la ha rebajado a un 13 % y se ve en las calles. Que salgan nuestros lectores de Puerto La Cruz, tomen cuatro anzoatiguenses y vean si de esos cuatro uno sólo es pobre, y después me cuentan una de vaqueros. La pobreza, que ya fue un problema de la democracia, es hoy, junto con la inseguridad, el más grave problema de una supuesta revolución que, con el poder absoluto en sus manos -concentrado como nunca antes desde Gómez en la figura de un Presidente- y disponiendo de un trillón de dólares, no ha podido hacer realidad la ilusión positiva de la erradicación de la pobreza, demostrando la gigantesca inoperancia e irresponsabilidad de este gobierno.

-Entonces habría que concluir que los venezolanos tienen un perverso gusto por pasar trabajo porque no sólo han apoyado desde hace 12 años al gobierno de la revolución, sino que –según todas las encuestas- el presidente Chávez tiene un 58 % de aceptación y con tendencia a seguir subiendo.

-Ni apruebo el dictum de que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen ni les tengo el más mínimo respeto a las encuestas.

-¿No cree en encuestas?

-No creo en encuestas y tengo suficientes razones para ello. Ninguna encuesta predijo con exactitud los últimos resultados de los procesos electorales venezolanos. Auguraron, a días de la última elección de septiembre de 2010, que no obtendríamos más de 38 diputados y obtuvimos 65. ¡Un pequeño error, no técnico sino político, de 50%! Ninguna predijo el triunfo en la consulta de 2007. Todas le dieron a Antonio Ledezma el último lugar en las elecciones de 2008. Pero Ledezma arrasó y volvió a ganarle a Aristóbulo. Creeré en las encuestas…

-¿Cuándo favorezcan a la oposición?

-No. Cuando no sean empresas mercantiles sino instituciones sin fines de lucro. Cuando no haya alguien que ponga el billete. En todo caso, al tomar decisiones privilegio el análisis objetivo de la densidad intelectual, la capacidad gerencial y la cultura de los candidatos, no si tienen tantos o cuantos puntos en las encuestas.

-¿Ya manifestó su preferencia candidatural?

-No, pero lo voy a decir. Esta es una excelente ocasión para decirlo: es Antonio Ledezma. Y en Anzoátegui, Antonio Barreto Sira.

-En otro reciente artículo suyo, exponía un panorama que ningún venezolano quiere ni siquiera tratar. Una Venezuela sin Chávez, muerto de repente por el cáncer. ¿Cómo termina de ver a esa Venezuela, a esos millones de chavistas huérfanos de la noche a la mañana? ¿Ve un escenario de guerra civil?

-Una enfermedad tan grave como la que sufre el Presidente debiera ser motivo, no sólo de gran preocupación pública sino tema obligado de debate. Pero por sobre todo debiera ser imperativo que el gobierno de dicho Presidente diera las informaciones más exactas y científicas sobre su estado de salud. Es un grave error y una irresponsabilidad que el gobierno de Chávez no nos informe.

Si lo hiciera, su pregunta sería inútil, pues si no está tan gravemente enfermo no hay riesgo ninguno, y si lo está, la ignorancia nos empuja al abismo. Dada una supuesta muerte, sería verdaderamente traumático. No creo que esa eventual orfandad chavista conduzca a una guerra civil. La oposición no haría nada que provoque ese riesgo. El grave problema se suscita con quienes pretenderían la continuidad del régimen a cualquier precio, incluso un golpe de Estado.

La muerte de Chávez debiera ser el catalizador de la reunificación de la familia venezolana y no la chispa que encienda la pradera.

De perfil

- Antonio Sánchez García estudió Historia y Filosofía en la Universidad de Chile y en la Universidad Libre de Berlín Occidental.


- Ha sido profesor de Historia Medieval y Moderna en la Universidad de Chile, e investigador del Centro de Estudios Socio-Económicos de esa misma institución y del Max Planck Institut (Starnberg, Alemania). Es, también, docente de la Maestría de Filosofía de la Universidad Central de Venezuela.


- Ha sido columnista de los diarios venezolanos El Mundo, Tal Cual, El Nuevo País, Notitarde y actualmente es colaborador regular de El Nacional y la revista Zeta.

- Es el autor de Dictadura o Democracia. Venezuela en la encrucijada (2003) y de La izquierda real y la nueva izquierda en América Latina (2008), entre otras publicaciones.

"157 mil muertos por la delincuencia. La economía devastada. La concentración absoluta de los poderes públicos y el sometimiento de la oposición a los dictámenes del caudillo no son una ilusión negativa. Esto quiere decir que la entronización totalitaria está en marcha”.

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