Reflexión de Cuaresma del Obispo Auxiliar de Los Ángeles, Robert Barron
Lunes, marzo 20, 2017

DÍA 20 DE CUARESMA, FIESTA SOLEMNE DE SAN JOSÉ, ESPOSO DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA Y PADRE NUTRICIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

MATEO 1:16, 18-21, 24a

Amigos, en esta fiesta de san José, nuestro Evangelio se enfoca en algunas cuestiones espirituales poderosas en torno al nacimiento de Jesús.

En primer lugar observamos la tristeza y el dilema de José. Está comprometido con María y luego se entera de que su prometida está embarazada. Consecuentemente, su enlace debe ser cancelado debido a este embarazo inesperado. Esto debió ser profundamente doloroso para él: la sensación de haber sido traicionado por aquella a la que amaba. Realmente es loable la bondad que tuvo José al no hacer pública su frustración. En cambio, pensó en cómo se sentiría María, y optó por repudiarla en secreto.

Sin embargo, esto debe haber sido una crisis espiritual para él. ¿Qué quiere Dios que haga? Luego el ángel se le aparece en sueños y le dice que tome a María por esposa. José se percata de que todos estos eventos desconcertantes forman parte del plan mucho más grande de Dios. Él estaba dispuesto a cooperar con el plan divino, aunque no podía imaginarse las dimensiones de dicho plan ni sus propósitos más profundos. Como María al momento de la Anunciación, confió y se dejó guiar.

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